La mayoría de las personas trabaja más de lo que debería. No por ambición, sino por ineficiencia. Saltan de app en app, anotan tareas en papel, responden correos a mano y se pasan horas haciendo cosas que podrían resolverse solas. Lo peor: creen que eso es ser productivo. Pero el verdadero problema no es la falta de tiempo. Es no saber usar bien la tecnología.
En cambio, el 1 % más eficiente ya juega otro juego.
Tienen sistemas funcionando, tareas que se ejecutan sin intervención, decisiones que se toman con apoyo de inteligencia artificial y una mente libre para lo que realmente importa. No corren, no se queman. Y, sin embargo, logran más. Te muestro cómo lo hacemos.
La metodología del 1% superior
Todo parte de una regla simple: lo que se puede automatizar, se automatiza.
Y lo que se repite, se sistematiza.
Por eso, lo primero que cambia en la rutina es cómo se organiza el trabajo.
Nada de cuadernos, listas sueltas o recordatorios por WhatsApp. Todo vive en un solo lugar. Puede ser Notion o ClickUp. Da igual.
Lo importante es tener una base central donde esté todo: tareas, ideas, decisiones, documentos, hábitos.
Así se elimina el caos, se gana foco y no se pierde tiempo buscando.
El siguiente paso es que las tareas rutinarias desaparezcan del mapa.
En vez de enviar correos manuales, copiar datos entre planillas o publicar contenido a mano, se conecta todo con Make.
Es una herramienta de automatización visual: arrastrás cajitas y creás flujos que hacen el trabajo por vos. Sin saber programar, podés armar un sistema que, por ejemplo, lea un formulario, clasifique al usuario y le envíe un correo personalizado según lo que necesita.
Lo hacés una vez, y funciona todos los días sin tocar nada más.
Pero no se trata solo de hacer tareas. También está el problema de procesar información.
Hoy hay más contenido útil que tiempo para leerlo. Por eso, los que operan con eficiencia usan herramientas como Readwise Reader o Genspark, que no solo guardan y resumen lo que importa, sino que lo convierten en conocimiento accionable.
No es leer más: es entender más en menos tiempo.
Y en ese mismo espíritu está el uso inteligente de la IA. Mientras otros ven a ChatGPT como un juguete, el 1 % lo usa como asistente real. Para escribir correos en tono profesional, tomar decisiones con criterios objetivos, pulir textos en segundos o planear estrategias.
También entra en juego Gemini, que entiende documentos largos, cruza información y saca conclusiones.
Es como tener un analista disponible todo el día.
No sustituye tu cabeza: la potencia.
Imaginá esto: te levantás, abrís tu panel en Notion. Ahí ya están las tareas del día, ordenadas. No tuviste que pensar qué hacer primero.
En segundo plano, Make ya procesó los leads de anoche, clasificó los más prometedores y programó las respuestas.
A media mañana, ChatGPT te ayuda a redactar una propuesta (si es que no lo integraste con Make).
A la tarde, Genspark te entrega un resumen de los artículos que seleccionaste. No tuviste que leerlos uno por uno.
Y cuando termina el día, no hay agotamiento. No porque hiciste poco, sino porque no hiciste lo innecesario.
Trabajar menos no es ser vago. Es inteligente.
La eficiencia no se trata de hacer más. Se trata de no hacer lo que no tenés que hacer.
Ese es el verdadero cambio de mentalidad. Si querés aprender cómo aplicar todo esto paso a paso en tu negocio o en tu día a día, suscribite a nuestra newsletter. No vas a encontrar motivación barata. Solo herramientas reales para transformar cómo trabajás.
Construyendo una Comunidad de Aprendizaje
Nuestro blog profesional no solo es un recurso informativo, sino también un espacio para construir una comunidad en torno a la automatización y la inteligencia artificial.
Te invitamos a suscribirte a nuestra newsletter gratuita (y también a la versión premium si buscás un paso más allá), donde compartimos artículos recientes, estrategias útiles y recursos exclusivos que pueden transformar tu enfoque empresarial.
No importa si estás dando tus primeros pasos o ya tenés experiencia: siempre vas a encontrar ideas prácticas para crecer sin límites.
Deja un comentario